Ufff, ¡un poco más y no llego a felicitaros el año!
Últimamente se me pasan los días en un suspiro, pero no podía faltar mi
balance… ¡No hay que perder ciertas costumbres! Mucho menos este año, en el que
tantas personas que aprecio habéis emprendido enormes y grandiosos proyectos.
Porque realmente, si tengo que hablar del 2015, ha sido un año de cambios…
¡Pero para los demás! Mes a mes, día a día, he ido viendo como much@s de l@s
que me rodeáis progresáis, avanzáis; dando pasos pequeñitos, zancadas de
gigante, marchándoos o regresando, pero ante todo, evolucionando a una
velocidad vertiginosa. Hay cambios de situaciones personales, cambios de
trabajo, cambios de hogar, cambios de ciudad, personas que inevitablemente se
han marchado, personitas a punto de llegar, ¡todo es un ciclón! Una vorágine
que os conduce a much@s a una situación nueva, mejor e infinitamente más
emocionante, ¡enhorabuena! :)
Sin embargo, para mí y otr@s tant@s de l@s que me rodeáis,
el 2015 ha sido todo lo contrario; 356 días de quietud y tranquilidad, incluso
cierto estancamiento. No es fácil ver cómo todo tu entorno se mueve y tú permaneces
estático, bien por imposibilidad o por incapacidad de mover ficha y salir de tu
casilla…. Yo, personalmente, no recordaré el 2015 por grandes eventos, ni
buenos ni (afortunadamente) malos, ni va a estar repleto de fechas remarcables
en el calendario de mi vida. Pero lo cierto es que, tras las tempestades de
2013 y 2014, 2015 me ha traído una calma que, aunque me cueste admitirlo, me
era absolutamente imprescindible para poner(me) en orden y recargar pilas de
cara al futuro.
Y es que tras diversos vapuleos y vaivenes emocionales, yo
ya no era yo... Necesitaba volver a saber quién soy y dónde estoy,
reencontrarme conmigo misma, dilucidar qué quiero y qué no quiero, analizar mi
situación, y actuar en consecuencia. He pasado una larga temporada amargada, renegada
y peleada con la vida y la realidad, sin ser capaz de disfrutar de nada ni
estar agradecida por nada. Ha sido, y sigue siendo, muy difícil salir de esa
inercia de negatividad y rechazo, todavía los días bajo un nubarrón gris siguen
siendo muy numerosos… Pero poco a poco voy ganando la batalla y progresando,
estoy siendo capaz de mirar al mundo de frente otra vez y compartir las
alegrías que me rodean, disfrutando del día a día. Aunque esté siendo
complicado en muchas ocasiones, ahora vuelvo a ser capaz de tomar decisiones,
por muy drásticas que sean. Toda esta lenta evolución interna proviene de esa
calma a la que me he visto sometido aún en contra de mis deseos, pero ha sido
para bien, así que no protestaré, jejeje.
El que haya sido un año tranquilo, en absoluto quiere decir
que haya sido un año en balde… ¡Eso nunca! En Valladolid y Zamora, en Burgos,
en Barcelona, en Asturias, en Palencia, en Sicilia, en Lisboa, en Madrid, en
Sanabria... En todos los lugares he procurado durante estos 365 días atesorar
momentos y situaciones irrepetibles, dignos de ser recordados. Como no, también
he tenido momentos para olvidar, y he tenido que dejar marchar, aunque me haya
resultado difícil, gente que me anclaba a mi pasado y me contaminaba… Pero en
2015 las ganancias superan a las pérdidas, y este año he recibido, con enorme
alegría, savia nueva, personas extraordinarias que a día de hoy son muy
importantes para mí, y espero que se queden en mi vida mucho tiempo.
Una vez que he soltado lastre, estoy reconstruyéndome a
buena marcha en la senda correcta, y tengo las cosas claras (y el chocolate
espeso :P), ha llegado la hora de salir de nuevo de la zona de confort
establecida para seguir luchando por lo que quiero. No será fácil, no tengo
nada garantizado, pero hay que intentarlo, quien no arriesga no gana... Esto
era solo un alto en el camino para respirar hondo, tomar aliento y seguir hacia
adelante. Me he propuesto que el 2016 sea el año de los objetivos cumplidos, de
las metas alcanzadas, el año de no dejar cosas pendientes por hacer, el año de
acabar lo empezado. Que sea un año del que no pueda decir “no hice lo
suficiente”, que sea capaz de echar el resto y a ver qué sale... Por lo menos
no podré decir que no lo haya intentado. A vosotr@s, l@s que estáis como yo,
l@s que tenéis metas, proyectos, cosas a medias, asuntos pendientes, ideas,
planes… Y sobre todo ganas, muchas ganas ¿quién se apunta? ;)
Gracias a tod@s, antiguos y nuevos por estos lares,
presentes y ausentes, por formar parte de este 2015 que se nos marcha... Es un
honor teneros a mi lado ¡Os deseo todo lo mejor para el año que viene!
¡Objetivo: 2016! ¡FELIZ AÑO NUEVO!