Es muy cómoda (y absolutamente hipócrita) esa expresión de "somos familia". Las palabras se las lleva el viento... No basta con decir las cosas, hay que demostrarlas, y ahí acaba lo bonito. Viendo lo que estoy viendo, está claro que no siempre se puede confiar en "la familia", ni dar nada desinteresadamente a los familiares. Es más, no debes hacerlo. Primero vela por lo tuyo, que ellos lo hacen por lo suyo.
Yo con "la familia" cada vez cuento menos (y ese menos llegará a ser nada), pues aquí está visto que los intereses propios están por encima de todo lo demás... Si hay que escurrir el bulto se escurre, si hay que evadir responsabilidades se evaden, si hay que hacerse el tonto se lo hace uno, y si hay que pisarte se te pisa. Eso sí, todo con un enorme halo de educación, cortesía y buenos modales, no vayamos a quedar mal.
Estoy harta de los modelos tradicionales de familia que nos tratan de imponer (Papá+Mamá+Hijitos), los lazos familiares, el "primero la familia, la familia ante todo" y las reuniones familiares por obligación... Ninguna de esas premisas de comportamiento sirve en mi caso y no pienso seguirlas. La sangre no hace a la familia ni mucho menos.
"Mi familia" (de la cual me siento muy orgullosa), la configuran todas y cada una de las personas que han estado conmigo desde el principio, o que poco a poco han ido entrando en mi vida, pero que están cerca de mí y me apoyan, no porque se lo hayan impuesto o les haya tocado, sino porque realmente quieren. Ellos son realmente "mi familia" y ellos/as son a los que tengo en consideración.
Yo con "la familia" cada vez cuento menos (y ese menos llegará a ser nada), pues aquí está visto que los intereses propios están por encima de todo lo demás... Si hay que escurrir el bulto se escurre, si hay que evadir responsabilidades se evaden, si hay que hacerse el tonto se lo hace uno, y si hay que pisarte se te pisa. Eso sí, todo con un enorme halo de educación, cortesía y buenos modales, no vayamos a quedar mal.
Estoy harta de los modelos tradicionales de familia que nos tratan de imponer (Papá+Mamá+Hijitos), los lazos familiares, el "primero la familia, la familia ante todo" y las reuniones familiares por obligación... Ninguna de esas premisas de comportamiento sirve en mi caso y no pienso seguirlas. La sangre no hace a la familia ni mucho menos.
"Mi familia" (de la cual me siento muy orgullosa), la configuran todas y cada una de las personas que han estado conmigo desde el principio, o que poco a poco han ido entrando en mi vida, pero que están cerca de mí y me apoyan, no porque se lo hayan impuesto o les haya tocado, sino porque realmente quieren. Ellos son realmente "mi familia" y ellos/as son a los que tengo en consideración.
3 comentarios:
Una vez leí en un libro:
"El vínculo que une a tu auténtica familia no es de sangre, sino de respeto y de goce mutuo.
Es raro que los miembros de una familia se críen bajo el mismo techo".
De acuerdo contigo, pero no hay que radicalizar: puede haber miembros de tu misma sangre que realmente merezcan la pena... o no.
Y tienes razón al definir con tan breve pero tan acertadas palabras lo que es la familia. Ser y estár.
Pero en ese concepto tiene un papel importante la suerte por mucho que la ciencia hable de adn y genes. Suerte por igual para quienes reciben al nuevo ser como para éste con quienes caiga.
La palabra familia ha tenido que soportar muchos tópicos y la animadversión que estos generan, pero hay un concepto que existe, y que puede ser el lugar mas maravilloso del mundo o lo contrario.
Un abrazo!
Mariano, desde luego que hay miembros de mi misma sangra que merecen la pena, por eso especifiqué "que han estado conmigo desde el principio..." ;-)
Carlos Ninivé, desde luego que la suerte (si eso realmente existe o sólo es una percepción nuestra) influye, y dependiendo, puede ser el paraíso o un verdadero infierno.
¡Besos a los dos!
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